CHOCOLATE ORGÁNICO
Las tendencias que prosperan en nuestro modo de vida nos llevan a realizar un consumo:
• Sostenible, mejorando el medioambiente
• Orgánico, mejorando nuestra salud
• Responsable, mejorando la vida de los demás
Sabor, aroma y textura. Esas son las tres virtudes indispensables que debe tener cualquier grano de cacao orgánico que se precie de ser excelente y por ello son objeto de deseo por parte de los maestros chocolateros.
Los pequeños productores de Latinoamérica que apuestan por el cacao de alta calidad, consideran la producción orgánica de cacao como un “sistema integral en el que la finca de cacao es un organismo vivo”.
Los productores de cacao orgánico cuidan su entorno, por esto decimos que es una producción sostenible y que da importancia a los ecosistemas buscando ecosistemas agrarios que integren la flora y fauna del lugar.
Es lo que denominamos respeto y cuidado de la biodiversidad en las zonas tropicales.
Para asociaciones como CONACADO, COAMA, y ONGs como Care Perú, la agricultura ecológica debe “considerar la situación socio-económica de los productores de cacao”.
El objetivo es cultivar el cacao en asociación con otros cultivos. Esto produce un equilibrio ecológico que reduce al mínimo la incidencia de plagas y enfermedades. Entre las plantaciones de cacaoteros cítricos, guayabos y aguacates, mangos, palmeras, plátanos, cocoteros y otros árboles. En lugares sin vegetación se plantan como yuca, yautía y ñame.
Los residuos de la cosecha y de las podas se quedan en las plantaciones como materia orgánica para la fertilización de los suelos.
Y, finalmente responsable, los consumidores de cacao de gran calidad europeos debemos saber que cuando compramos una tableta de buen chocolate los productores ofrecen a los campesinos la oportunidad de un salario digno y una exigencia de que en la elaboración de sus productos no se ha empleado el trabajo infantil o trabajos forzados.
La industria está cada vez más interesada en el "cacao sostenible" de África. Esto supone nuevas oportunidades para los productores de cacao de África Occidental. El cacao de África es hasta el momento de baja calidad y alto rendimiento por lo que no es el que nosotros queremos consumir.
Hay que buscar cacao de variedades criollo que suponen una vuelta a la pureza genética y a las técnicas de cultivo orgánicas. Por tanto, no perdemos sino ganamos sabor y cualidades en el cacao orgánico.
Cuando compras productos hecho con cacao de orígenes procedente de fincas que siguen estos criterios estás colaborando a que miles de personas tengan una vida mas digna y un entorno de futuro.
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Orgánico, responsable, sostenible… y con sabor, ¿Qué más podemos pedir?